No romanticemos la pesca local

Todxs lxs animales marinxs sienten. Algunxs peces y cetáceos no sólo hablan un tipo de lenguaje, sino que tienen múltiples dialectos. Lxs animales marinos son sociales y a la mayor parte de ellxs les gusta jugar entre sí y con otras especies. Todxs son capaces de sentir miedo, angustia, diversión, curiosidad y dicha. Dañar animales que sienten y quieren su libertad no es ético, sea que se pesque a 10,000 o a 1.

Comer peces no es necesario para la supervivencia humana y sí es una actividad que está causando el desfalco de los océanos, el daño ambiental que ha puesto en peligro de extinción a cientos de especies, incluyendo a la humana y, por supuesto, la captura y asesinato de billones de seres sintientes, cada año

En nombre de la pesca, animales de otras especies marinas que no son utilizadas para consumo humano, tales como lxs tortugas, lxs peces globo, lxs rayas, lxs tiburones, lxs delfines, lxs mantarrayas, lxs estrellas de mar, entre muchas otras, son asesinadxs y arrojadxs al mar o a la playa como “desecho” que quedó atrapado en las redes, pues no aportan económicamente a los fines de la pesca. Esto pasa independientemente de si son buques pesqueros o lanchas de pescadores locales. 

Cuerpo de una tortuga marina, desmembrado y desechado en la playa Novillero, Nay.

Vamos a aclarar un par de cosas: 

La pesca no es sostenible ni ética, de ninguna manerasin importar si es industrial, de granjas o local; la pesca es un acto que vulnera ecosistemas e implica el cruel e innecesario asesinato de millones de animales. 

Sólo en 2019 se capturaron y asesinaron en México, aproximadamente, a 730,000 atunes; 7,922,470,000 camarones; 76,210,000 langostas; 91,288,500 mojarras; 95,128,000 pulpos, y 6,274,000,000 sardinas: individuxs invisibilizadxs que normalmente se esconden al hablar de tonelaje de “recuperación” para no hablar de alguien sino de “algo”. 

Pero, además de estas especies, por cada kilogramo de peso del secuestro de unx animal pescadx, hay otros 20 kilogramos de otras especies que son capturadas de manera “accidental” en el proceso. Por ejemplo, aproximadamente 50 millones de tiburones son sacadxs del océano al año accidentalmente como consecuencia de la llamada “pesca sostenible“. 

Cadáveres de bebés de rayas y un pequeño pez globo desechados en la playa Novillero, Nay.

La realidad es que cualquier tipo de explotación animal que sea nombrada como “sostenible” es una romantización de las empresas y lxs consumidores para empañar la realidad y propiciar inconsciencia sobre la explotación que se está llevando a cabo día a día todos los años, así como sus consecuencias.

Las múltiples maneras para matar a lxs peces, ya sea en la pesca industrial, local o sostenible incluyen: aturdimiento a través de golpes en la cabeza, aturdimiento eléctrico, inmersión en agua fría, asfixia con CO2, desgarrar sus arcos branquiales para que lxs peces mueran desangradxs (lo cual no es inmediato y es muy doloroso), levantar al pez del agua con un anzuelo y luego forzar un pico para que atraviese sus cerebros o la decapitación. 

Muchas personas creen que la pesca local es una actividad loable en beneficio de las comunidades humanas y que no representa un problema grave; sin embargo, los efectos de la pesca local son exactamente los mismos que los efectos de otras formas de explotación, tanto en términos de daños ambientales, como en términos del asesinato y explotación de lxs animales que viven en el mar.

La investigación de Brigada Animal México

Durante el mes de marzo de 2021, brigadistas documentaron las prácticas de pescadores locales de Novillero, Nayarit, y de las marismas de Sinaloa. En ambos casos, el trabajo de campo fue conclusivo respecto a que las prácticas de lxs pescadores inundan las playas de basura y deshechos, no solo de la pesca, sino del consumo que éstos realizan de otros productos, como bebidas en empaques plásticos, bolsas, envases de unicel, ropa, botellas de vidrio de productos alcohólicos, colillas, taparroscas, corcholatas, costales de materiales para la construcción y más, todo lo cual es absolutamente contaminante e impacta negativamente el ecosistema.

Restos de basura desechada en la playa por pescadores y la población local de Novillero, Nay.

Lo más impactante de la investigación fue descubrir kilómetros y kilómetros de playa que están cubiertos de cadáveres de rayas, barracudas, tortugas, grandes peces, estrellas de mar, galletas de mar, moluscos variados, entre otrxs animales que son secuestradxs de sus hogares en redes y desechadxs en las playas. De acuerdo con nuestro equipo de documentación, cada 100 metros de playa tenía al menos 100 cadáveres de animales marinxs de especies variadas, un paisaje nada fácil de documentar, sobre todo tratándose de Novillero, la playa más larga de todo el país.

Cuerpo desmembrado de un pez de especie no identificada y, a su lado, el cuerpo de una raya desechados en la playa Novillero, Nay.

Contrario a lo que mucha gente imagina, cuando los cuerpos de lxs animales son desechados de este modo, ya sea en el mar o en las playas, no hay otros depredadores carnívoros para comérselos y dar lugar al mito de “la cadena alimentaria”, puesto que lxs depredadores han sido asesinadxs también o sus poblaciones han sido reducidas al mínimo con riesgo de extinción.

Cabeza de tortuga seca por el sol desechada en la playa Novillero, Nay.

Restos del cuerpo y el caparazón de una tortuga cubiertos por arena en la playa Novillero, Nay.

El paisaje desolado de cadáveres y cuerpos desmembrados continúa kilómetros tras kilómetros, donde se observan huesos  irreconocibles y partes de animales en donde no hay aves de rapiña ni otrxs animales carnívorxs “aprovechando” para alimentarse, puesto que lxs pescadores y las comunidades se han encargado de devastar los ecosistemas en todos los sentidos y romper con el equilibrio biológico.

Evidencias de tramos de playa con innumerables cuerpos de animales desechadxs por los pescadores de la playa Novillero, Nay.

Los efectos de la pesca no sólo no son éticos, también son actos de injusticia social.

El efecto de la devastación marina es inestimable. En algunas regiones del mundo, la devastación es tal que, aunque lxs pescadorxs trabajen varias veces más duro, capturan cada vez menos peces. Esto tiene efectos en las ganancias de lxs explotadores y pobladores, por lo que es una práctica común que las empresas cometan actos de esclavitud humana, al obligar a lxs trabajadores a laborar ilegalmente para reducir los costos de la explotación pesquera.

Esqueleto y restos de los cuerpos de tres peces hallados en la playa Novillero, Nay.

Terriblemente, el impacto de la pesca va más allá de asesinar a lxs animales marinxs, ya que también afecta el fitoplancton, que produce hasta el 80% del oxígeno que se produce en el planeta. Si el fitoplancton desaparece, todas las otras especies del planeta lo haremos también. 

Por otro lado, debido a los derrames de la industria petrolera y a los accidentes de la pesca industrial buena parte del mar se encuentra contaminado. Esto hace que muchxs animales se alimenten con restos de toxicidad que va más allá del plástico que inunda los mares, puesto que también hay mercurio y otros metales pesados tóxicos en el mar, que tristemente se pueden encontrar en lxs salmones, bacalaos, peces marlín y otras especies. En consecuencia, alimentarse con peces no es saludable en absoluto, ni por esto ni por el alto contenido de colesterol que muchas especies marinas tienen naturalmente. 

Si es causa de muerte de otrxs animales no humanxs, si hace daño a la salud humana, si está devastando los océanos y si provoca injusticias sociales, entonces podemos afirmar que no existen motivos suficientes para que exista la pesca. ¿Cierto?

Coral y molusco desechados en playa de Novillero, Nay.

No olvidemos que también el blanqueamiento de los corales, y en consecuencia su muerte, está directamente asociado al calentamiento del planeta provocado mayormente por la industria ganadera. 

Comer animales marinos es devastador y sinónimo de muertes

Las empresas y los medios, en colusión con los programas gubernamentales, juegan un papel importante en los hábitos alimentarios y productivos de la población mexicana instando a que se consuman los cuerpos de lxs animalxs con la bandera de la salud y el beneficio económico para el país. Todo lo cual es manipulación y provoca diversas problemáticas y crisis.

La única forma de detener esto es dejar de pescar por completo y dejar de participar de la violencia especista que significa comer animales. 

Sin importar si la pesca es industrial, local, “artesanal” o se autoproclama “sostenible”, conlleva violencia y explotación. Lxs peces no son necesarios para una alimentación sana y merecen libertad y respeto como todxs lxs seres sintientes de este planeta. 

Hazte veganx y di no a la violencia especista, al secuestro y muerte en ríos, mares y océanos.

Referencias

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