Por mucho tiempo se ha creído que las gallinas no son muy inteligentes y no tienen tantas habilidades como el resto de las aves. Incluso culturalmente se han burlado de su comportamiento al considerarlas ‘huecas’.

Sin embargo, un reciente estudio explica el comportamiento cognitivo, emocional, comunicativo y de interacción social de las gallinas. Estas capacidades son, comparativamente, similares a los que se ve en otros animales reconocidos como muy inteligentes.

Las gallinas tienen capacidad numérica e incluso de aritmética básica como otros animales, lo que les permite hacer conteos. También tienen la habilidad de comunicarse en relación con otros pares. Tal característica, por ejemplo, se ha visto también en especies consideradas altamente sociales e inteligentes como los chimpancés.

Tienen capacidad de razonar y hacer inferencias lógicas. Por ejemplo, son capaces de hacer inferencias transitivas, una habilidad que los humanos desarrollan aproximadamente a los siete años. Como otras aves, son similares, en muchas maneras, a los mamíferos en su comportamiento complejo y que hay muchas pistas que hablan de la posibilidad de más capacidades que antes no les eran reconocidas.

Poseen una amplia conciencia espacial además de cierta capacidad multitarea, es decir, pueden buscar comida, percibir la presencia de criaturas afables en su entorno directo y, al mismo tiempo, controlar el cielo buscando si hay aves de presa peligrosas. Su órgano sensorial más importante no es desde luego la vista, sino el pico con un sentido del gusto, olfativo y sensitivo muy sensible. Es muy doloroso para las gallinas tener heridas en el pico.

Además, tienen conciencia de su propio papel en la sociedad. Cada gallina conoce su rango dentro de la jerarquía, pueden reflexionar sobre su propia existencia.

La comunicación entre gallinas es muy complicada, está compuesta de 24 sonidos y un gran repertorio de señales visuales. Son capaces de captar intervalos temporales y sacar conclusiones sobre sucesos en el futuro. Aprenden, se observan y les influyen la conducta maternal.

Te invitamos a que dejes de participar de su explotación y no consumas sus cuerpos ni sus huevos, como pudiste leer, son animales muy inteligentes capaces de disfrutar sus vidas en libertad.

Referencias

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *