El engaño del consumismo.

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Muchxs lo saben, pero otrxs aún se dejan engañar. Seamos claros: “el buen fin” no es un cúmulo de descuentos y facilidades de pago, sino la meca del engaño capitalista que sube precios a los que luego agrega etiquetas de descuentos, al tiempo que te embauca por cantidades mensuales que seamos francos: no puedes pagar sin un estrés añadido bastante considerable.El Colegio de México e innumerables teóricos han señalado ya que los estudios prueban que el fin de semana consumista no beneficia la individual ni la de los productores locales, por el contrario, la merma, además de que genera dinámicas no competitivas y que no apuestan por la economía familiar: los precios no bajan, no bajarán para diciembre y, lo que es más, quizás incluso hasta suban un 2% más para fin de año.El 68% de los compradores mexicanxs del “buen fin” volverán a hacer compras en diciembre, o sea que no están adelantando sus regalos por estrategia, solo están añadiendo más deudas y productos que, hay que decirlo: son altamente irresponsables con el , con la y con lxs no humanxs.Algunos centros comerciales no sólo ponen en consideración para el consumidor productos tecnológicos, muebles y objetos materiales, sino también “experiencias” de animal, como terapias y con esclavos de diversas especies, además de atracones comestibles hechos de partes de los cuerpos de diversos animales explotadxs.𝐄𝐥 𝐛𝐮𝐞𝐧 𝐟𝐢𝐧 𝐞𝐬 𝐮𝐧 𝐫𝐨𝐛𝐨, sí. Pero 𝐞𝐥 𝐫𝐨𝐛𝐨 𝐦𝐚𝐲𝐨𝐫 𝐞𝐬 𝐞𝐥 𝐝𝐞 𝐜𝐚𝐝𝐚 𝐜𝐮𝐞𝐫𝐩𝐨 𝐝𝐞 𝐜𝐚𝐝𝐚 𝐚𝐧𝐢𝐦𝐚𝐥, que no le pertenece más que así, aunque la ley anacrónica pueda decir otra cosa. Cada taco, cada hamburguesa, cada crema para el rostro o cada producto obtenido del cuerpo de alguien más presenta el robo de la libertad y del cuerpo de alguien.𝐃𝐞 𝐧𝐢𝐧𝐠𝐮𝐧𝐚 𝐦𝐚𝐧𝐞𝐫𝐚 𝐞𝐥 𝐜𝐨𝐧𝐬𝐮𝐦𝐢𝐬𝐦𝐨 𝐞𝐬 𝐮𝐧𝐚 𝐚𝐜𝐭𝐢𝐯𝐢𝐝𝐚𝐝 𝐧𝐞𝐜𝐞𝐬𝐚𝐫𝐢𝐚 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐥𝐚 𝐞𝐱𝐢𝐬𝐭𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚. 𝐃𝐞 𝐧𝐢𝐧𝐠𝐮𝐧𝐚 𝐦𝐚𝐧𝐞𝐫𝐚 𝐞𝐬 𝐞́𝐭𝐢𝐜𝐚 𝐭𝐚𝐦𝐩𝐨𝐜𝐨. 𝐄𝐥 𝐜𝐨𝐧𝐬𝐮𝐦𝐢𝐬𝐦𝐨 𝐚𝐟𝐞𝐜𝐭𝐚 𝐚 𝐚𝐧𝐢𝐦𝐚𝐥𝐞𝐬 𝐧𝐨 𝐡𝐮𝐦𝐚𝐧𝐱𝐬 𝐲 𝐡𝐮𝐦𝐚𝐧𝐱𝐬 𝐭𝐚𝐦𝐛𝐢𝐞́𝐧.Lxs dirigentes políticxs de los países más ricos e industrializados van a seguir mintiéndonos a todxs lxs habitantes del planeta. Habría que preguntarles si van a seguir diciéndonos que es necesario consumir más para garantizar nuestro desarrollo y bienestar y, con ello, ayudar al desarrollo de los países pobres.Pero, de acuerdo con Paco Sánchez Legrán, Presidente de FACUA-Consumidores en de España, estudios rigurosos demuestran que no es posible que todos lxs habitantes de nuestro planeta puedan alcanzar, algún día, el mismo nivel del mal llamado “desarrollo y bienestar” que tenemos lxs habitantes de los países desarrollados. No es posible porque el planeta llamado Tierra no tiene suficientes recursos como para que más de 7.000 millones de habitantes, y no digamos lxs 9.000 que seremos próximamente, puedan consumir y despilfarrar de la misma manera que lo hacemos lxs que vivimos en la parte privilegiada del planeta. Harían falta tres planetas como la Tierra (y mucha irresponsabilidad), para poder disponer de los recursos necesarios para que sus habitantes vivieran con este mismo nivel de insostenible.Esa es la verdad, aunque sea muy cruda y por ello, lxs ciudadanxs, lxs consumidores de los países ricos e industrializados, no podemos cerrar los ojos ante esta terrible realidad, pues la verdad es que para que nosotrxs, el 20% de la población mundial, podamos seguir viviendo con este nivel de consumismo y despilfarro de los recursos naturales, es necesario que el otro 80% siga viviendo en las condiciones de pobreza actual. 𝐄𝐥 𝐟𝐮𝐧𝐜𝐢𝐨𝐧𝐚𝐦𝐢𝐞𝐧𝐭𝐨 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐞𝐜𝐨𝐧𝐨𝐦𝐢́𝐚 𝐝𝐞 𝐥𝐨𝐬 𝐩𝐚𝐢́𝐬𝐞𝐬 𝐫𝐢𝐜𝐨𝐬 𝐬𝐞 𝐚𝐩𝐨𝐲𝐚 𝐞𝐧 𝐞𝐥 𝐜𝐨𝐧𝐬𝐮𝐦𝐢𝐬𝐦𝐨 𝐲 𝐞𝐧 𝐥𝐚 𝐞𝐱𝐢𝐬𝐭𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚 𝐝𝐞 𝐞𝐬𝐚𝐬 𝐠𝐫𝐚𝐧𝐝𝐞𝐬 𝐝𝐞𝐬𝐢𝐠𝐮𝐚𝐥𝐝𝐚𝐝𝐞𝐬.La invitación es clara: 𝐧𝐨 𝐩𝐚𝐫𝐭𝐢𝐜𝐢𝐩𝐞𝐬 𝐝𝐞𝐥 𝐛𝐮𝐞𝐧 𝐟𝐢𝐧, 𝐧𝐢 𝐝𝐞 𝐥𝐚𝐬 𝐜𝐨𝐦𝐩𝐫𝐚𝐬 𝐝𝐞𝐜𝐞𝐦𝐛𝐫𝐢𝐧𝐚𝐬 𝐧𝐢 𝐝𝐞𝐥 𝐜𝐨𝐧𝐬𝐮𝐦𝐢𝐬𝐦𝐨, pues no hay manera de justificar los horrores que provocan bajo el pretexto de “regalos” o “gustos”.¿𝐐𝐮𝐞́ 𝐭𝐚𝐥 𝐬𝐢 𝐫𝐞𝐠𝐚𝐥𝐚𝐦𝐨𝐬 𝐜𝐨𝐧𝐬𝐜𝐢𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚 𝐲 𝐧𝐨𝐬 𝐝𝐚𝐦𝐨𝐬 𝐞𝐥 𝐠𝐮𝐬𝐭𝐨 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐥𝐢𝐛𝐞𝐫𝐭𝐚𝐝?

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