Animales en el turismo y violencia especista

Desde pequeñxs se nos enseña a mirar a lxs demás animales desde un punto de vista especista y utilitario, invisibilizando el hecho de que ellxs son seres sintientes que tienen sus propios intereses y el derecho a la libertad y a una vida digna. 

Una de esas formas de violencia y esclavitud que aprendemos a normalizar es el uso de lxs animalxs en el turismo como fuente de entretenimiento para lxs humanxs.

Algunos ejemplos de violencia especista en actividades turísticas son: tomarse fotografías con animales denominadxs “salvajes; espectáculos con animales marinxs que han sido capturadxs y se encuentran presxs en parques acuáticos, ya sea para obligarlxs a realizar shows o para nadar con ellxs; paseos en caballos, elefantes, camellxs y cualquier animal que pueda ser usado como transporte; en circos, carreras y peleas de animales, corridas de toros, granjas de cocodrilos, tortugas y otrxs; incluso los safaris y avistamientos de diversas especies participan en este tipo de violencia.

En la gran mayoría de estos espectáculos, lxs animales han sido secuestradxs, separadxs de sus familias u obligadxs a vivir en lugares que no corresponden a sus hábitats naturales. Esto les provoca frustración, estrés, depresión, y/o agresividad, todas las cuales causan zoocosis (patología que sufren lxs animalxs y que desemboca en conductas anormales, compulsivas o estereotipadas: la zoocosis es signo de que un animal está sufriendo profundamente).

Lxs animales, al igual que lxs humanxs, necesitan y merecen espacio en sus hábitats naturales, libertad, constantes estímulos, socializar con otrxs de su misma especie.

Muchas veces, con el fin de que lxs turistas disfruten de la interacción con animales, las personas que lucran con sus vidas y sus cuerpos les quitan las garras y dientes; lxs drogan; colocan objetos en sus hocicos y bocas, o picos para que no puedan abrirlos y lastimar a lxs turistas, en caso de querer resistirse a estar siendo tocadxs o molestadxs.

Muchxs de estxs animales fueron arrancadxs de sus madres y familias desde cachorrxs. Cuando son adultos que se han vuelto más agresivos por la defensa de su libertad y que ya no son útiles para el turismo, son reemplazadxs, abandonadxs en condiciones pésimas o asesinadxs.

Además del riesgo de ser atacadx por unx animal que se encuentra en cautiverio por el extremo estrés y ansiedad que vive en el encierro, la interacción con ellxs puede ser un riesgo para el desarrollo y transmisión de enfermedades zoonóticas, como la rabia paralítica bovina, la brucelosis, la influenza aviar, la salmonelosis, la tuberculosis, el COVID 19 y muchas otras más.

Es nuestra responsabilidad cuestionar la relación que tenemos con lxs demás animales, romper con esta visión que se nos ha impuesto y rechazar cualquier tipo de violencia especista dejando de asistir a lugares y espectáculos en donde se encuentran esclavizadxs.

Utilizar animales para cualquier fin es violencia especista, ya sea para comer sus cuerpxs, testear productos de uso humanx, quitarles la piel para usarla de ropa o accesorios o acudiendo a espectáculos o espacios turísticos en donde lxs tienen presxs y esclavizadxs.  

Como humanxs, podemos y debemos encontrar maneras de entretenimiento que respeten la vida y libertad de todxs lxs seres sintientes. Di no a la violencia, di no al especismo y hazte veganx.

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Referencias

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