En el marco del día mundial de la lucha contra la desertificación y la sequía (17 de junio) queremos hablarte de la gravedad de estos problemas en México (y el mundo), particularmente en un contexto en el que estamos informadxs de la falta de agua en las ciudades del norte y del centro del país a un nivel tan elevado que las mismas autoridades instan a la población a no bañarse tanto y consideran el veganismo como una opción indispensable en la lucha contra el derroche de agua (ejemplo de esto fue el Facebook Live emitido por Samuel García, gobernador de Nuevo León, el 16 de junio, desde un matadero). 

La desertificación, las sequías y el deterioro de los ecosistemas que estamos observando y padeciendo actualmente no son fenómenos meramente naturales ni aislados, sino el resultado de la aceleración del cambio climático que provoca la actividad humana extractivista y especista (Organización Mundial de las Naciones Unidas, s/f). Esta aceleración se llama crisis climática.

La desertificación acelerada es una consecuencia de las granjas y mataderos puesto que, en primer lugar, para instalar estos centros de explotación se deforestan enormes áreas de tierra con la tala intensiva, pero también el uso de pesticidas de la industria ganadera (principalmente) tiene graves consecuencias ambientales. Es debido a los residuos de lxs animales en granjas y de la matanza de estos, la deforestación y los pesticidas usados para sembrar alimentos para lxs animales explotadxs que la tierra es erosionada y se destruyen los hogares de millones de animales y microorganismos. Esto genera un desequilibrio biológico y además, el sobrecalentamiento de la Tierra (Brigada Animal México, 2022).

Imagina el impacto que esto tiene en el calentamiento global dado que el 30% de la superficie terrestre se destina a la agricultura (Steinfeld, 2009: 20-21) y en México es el 50% de ocupación de cultivos, granjas y mataderos (Brigada Animal México, 2022), es decir, estos porcentajes son de deforestación. Recordemos que los bosques, selvas y áreas verdes en general cumplen un papel biológico indispensable para mantener humedad en el ambiente. Cuando no existen áreas verdes amplias y naturales (no es suficiente un parque citadino) la temperatura incrementa y el ciclo de la lluvia se ve terriblemente afectado a su vez. 

Además, ríos y lagos son desfalcados durante el proceso de explotación de millones de animales esclavizadxs. Tomemos como ejemplo a los toros y vacas que están presxs en las granjas. Cuando estxs animales son aprisionadxs para obtener su carne, se les esclaviza durante un año para después asesinarlxs. Cuando se les explota para obtener su leche, pueden llegar a vivir hasta cuatro años en cautiverio forzado. Cabe decir que naturalmente estxs animales podrían vivir hasta más de 20, pero la industria de la ganadería asesina, viola y encierra bebés. Durante todo el tiempo que lxs animales son mantenidxs con vida  se les otorga agua (en cantidades enormes) que no está llegando a las personas humanas ni a las otras especies silvestres que lo necesitan, sino que será para el beneficio de las empresas y ganaderxs que venderán los cuerpos de esxs animales. 

Cabe mencionar además, que la mayoría de la gente que se queda sin agua en sus poblaciones, es la que menos puede acceder a los productos de la explotación debido a su alto costo y/o que no se entera que comer animales es igual a propiciar la sequía y la crisis climática. 

También se utiliza una enorme cantidad de agua para generar soya transgénica y demás granos con los que alimentan a lxs animales explotadxs. El 77% de la producción mundial de soya es utilizada para alimentar a las personas no humanas presas en las granjas (Our World in Data, 2019).

Casos documentados por Brigada Animal México 

En Brigada Animal México hemos documentado la desertificación en diversos estados ganaderos, en todos ellos hemos encontrado problemáticas serias de sequía que afectan a animales no humanxs y poblaciones humanas también. En algunos lugares la situación es tan crítica que en los últimos dos años, antes de que inicie la temporada más severa de sequía, los comités de ganaderxs locales avisan a la población que tiene animales cautivxs (cerdxs, borregxs, vacas, toros, aves y otrxs) que mejor los vendan o maten antes de que deje de haber agua.

Nota del periódico La Jornada publicada el 3 abril de 2022.

Como la nota periodística lo menciona, las sequías están directamente relacionadas con los incendios. Cabe decir que cada año, desde los últimos cinco años, México (junto con otros países) supera el número de incendios en comparación al año anterior, siendo sumamente grave y teniendo como principal causa la deforestación y el incremento de la temperatura en el país provocadas principalmente por la industria ganadera. 

De acuerdo con CONAGUA, ahora mismo, aún en época de lluvia y huracanes, prácticamente el 81.3% del país se encuentra en sequía. 

Monitor de sequía de México, mayo de 2022. CONAGUA

Lo que en consecuencia significa que el acceso al agua ha disminuido, provocando crisis económicas y múltiples negocios de pipas de agua particulares que se aprovechan de las necesidades de la población. Por supuesto, tendríamos que cuestionar los motivos por los que no hay agua, tanto como los motivos por los que el gobierno permite la privatización del recurso y con ello cancela el libre acceso de la población a este. Pero, también, urge que seamos conscientes de que si nosotrxs no tenemos agua tampoco lxs animales silvestres la tienen, ya sea porque las presas y ríos están secas o casi secas, o porque han sido entubadas para redirigir el recurso hídrico a las ciudades, dejando vulnerables a todxs lxs habitantes de especies variadas en bosques y otros ecosistemas. 

Aunado a esta información, también queremos contarte que en Brigada Animal México hemos documentado y analizado la sequía de 2021 y 2022, particularmente en zonas ganaderas de Nuevo León y Sinaloa, en donde el uso de agua para dar de beber a animales en granjas y el incremento acelerado de la temperatura ha dado lugar a testimonios alarmantes de campesinos de La Noria y San Marco, Sinaloa, que nos han relatado las dificultades para sobrevivir en los últimos años en paisajes desoladores de lo que antes fueran ríos, lagos y pasos de agua importantes.

Marismas de Sinaloa, marzo de 2021. Se observa el suelo desertificado. La zona tenía señales claras del descenso del nivel del agua de la marisma desde años atrás, que no recupera sus niveles promedio. Fotografía documentada por el equipo de Brigada Animal México.
Imágenes de la orilla de uno de los lagos que alimenta el río Presidio, en Sinaloa. Puede observarse claramente los niveles de descenso del agua hasta por 20 metros de profundidad en algunas zonas. Imagen fija tomada de vídeos documentales registrados por Brigada Animal México en marzo de 2021.

También hemos documentado por casi un año el incremento de la temperatura de modo alarmante en México sin que esta información sea analizada y compartida por CONAGUA y otras instancias. Pareciera que, con el pretexto de «no alarmar» a la población ante las olas de calor que no terminan y están fuera de estación, los informes de temperatura en diversos estados son alterados consistentemente desde 4 hasta 8 grados Celsius menos, a diferencia de los registros de temperatura que hemos documentado en estaciones móviles debidamente instaladas tanto con termómetros analógicos como digitales, el último año en Sinaloa, Durango, Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, San Luis Potosí, Querétaro, Estado de México, Morelos y Puebla. 

Pero, la comunicación es política y por eso nos mienten 

Lamentablemente, no sólo la información oficial de instancias de gobierno es alterada, también la información que se otorga en distintas páginas ambientalistas e incluso en la ONU y en las noticias, quienes atribuyen el calentamiento global acelerado solo a las emisiones de carbono, pues esta información está delimitada por intereses económicos de empresas y monopolios que se benefician de seguir deforestando.

Pero, lo que más acelera el calentamiento global es la ganadería, debido a la tala intensiva y deforestación para la agricultura que alimenta animales presxs en granjas, así como por el desfalco de agua que estas mismas empresas y monopolios ejercen en los países menos desarrollados económicamente. Sin embargo, se invisibiliza diciendo que todo es parte natural del cambio climático cuando en realidad es una crisis climática.

Es importante conocer la diferencia entre estos dos términos, puesto que, decir que lo que está pasando es parte normal del cambio climático, es una manera de deslindar las responsabilidades que tenemos como especie y normalizar un fenómeno que está lejos de ser natural o normal, sino que forma parte de las consecuencias del capitalismo y la instrumentalización de la naturaleza. Existen razones de intereses económicos y políticos por los cuales no se nos explica esta diferencia entre estos dos conceptos. Aquí te lo explicamos:

El cambio climático ha acontecido en nuestro planeta desde antes que existiera la humanidad. De hecho, la Tierra se ha calentado y enfriado varias veces a lo largo de su historia. Es un fenómeno natural.

La crisis climática, en cambio, va más allá de un cambio natural y sucede debido a la actividad humana que explota la tierra, las plantas y lxs animales. Esto acelera el calentamiento global a velocidades mucho mayores que en ocasiones anteriores. Los cambios que naturalmente sucederían en millones de años ahora están sucediendo actualmente en sólo cientos.

En la mayoría de las campañas para invitar a tomar acción individual se sugiere que la solución es generar menos emisiones de carbono, incluso aunque no se promueven energías limpias al alcance de la mayoría de la población. Sin embargo, lo que sí tendría un impacto real sería detener la actividad empresarial que explota los cuerpos de animales no humanxs, que son las que generan las mayores cantidades de metano, la mayor cantidad de contaminación atmosférica y que explotan la tierra de tal modo que estamos viviendo ya las consecuencias en un clima de calor y falta de agua insoportable.

¿Qué puedes hacer tú? 

Como individuos, tenemos en nuestras manos la responsabilidad de cuestionar, reflexionar y tomar acción hacia maneras de vivir que rechacen la deforestación y el extractivismo. También debemos responsabilizar a las empresas: la ganadería, la industria refresquera, cervecera y otras que roban el recurso hídrico y provocan sequías por sus actividades económicas, sin dejar de lado a los gobiernos que les otorgan permisos para destruir el planeta y la vida de millones de animales al tiempo que vulneran los derechos humanos. 

Mucho más importante que las actividades económicas están la supervivencia y el respeto a la vida. Si no actuamos ahora contra la desertificación y la sequía las consecuencias serán irreparables tanto para humanxs como para todas las especies de animales y plantas del planeta. 

Elegir alimentarnos, vestirnos y entretenernos de maneras éticas, conscientes y locales es indispensable. Hoy más que nunca es urgente adoptar el veganismo popular para todxs lxs habitantes humanxs de la Tierra. Una alimentación cien por ciento basada en plantas es el inicio y abolir toda forma de explotación animal debe ser la meta. 

Tu firma es importante, exige el cese de las actividades de explotación animal financiadas por el gobierno mexicano aquí:

Por subsidios justos: ¡Alimento y vida para todxs!

Y recuerda que también tu acción es importante. Únete y sé unx brigadista por la liberación animal. 

Referencias

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