Provimi es una empresa farmacéutica perteneciente a Cargill, empresa multinacional de alimentos, productos y servicios agrícolas, financieros e industriales, que es dueña de la mayor cantidad de mataderos en América del Norte y que ha sido nombrada “la peor empresa del planeta” por Mighty Earth y múltiples organizaciones ambientalistas, por los derechos de lxs animales y los derechos humanxs.
Provimi se encarga del suministro de antibióticos para animales presxs en granjas, con el fin de forzar su crecimiento de modo antinatural y para protegerlxs de enfermedades aún no adquiridas que son provocadas por el encierro y las condiciones de explotación de las granjas. Muchos de estos antibióticos son de generaciones que ya han sido prohibidas por la Organización Mundial de la Salud. Esto implica afectaciones para animales humanxs y no humanxs también.
Desde finales de los años cuarenta se descubrió que suministrar antibióticos ayudaba a “mejorar” las tasas de crecimiento. Fue en esa época cuando se observó que las aves alimentadas con productos en fermentación crecían fuera de la normalidad. Se estima que la implementación de los antibióticos produce una ganancia de peso alrededor del cinco por ciento.
¿Cómo actúan los antibióticos en lxs animales presxs en granjas?
Los antibióticos modifican cuantitativa y cualitativamente la flora microbiana intestinal de lxs animales, reduciendo microorganismos causantes de enfermedades subclínicas. De igual manera, reducen la flora intestinal normal lo que puede reducir su mortalidad.
De esta manera, los explotadores de vacas y toros, cerdxs y demás animales presxs para la ganadería, interfieren en el crecimiento de lxs animales para maximizar las ganancias de las empresas y reducir los riesgos de muertes por falta de higiene en las granjas y durante el parto y la falta de calostro.
Los antibióticos que se les suministran a lxs animales no humanxs conllevan grandes consecuencias, ya que generan resistencia hacia los antibióticos tanto en ellxs como en lxs animales humanxs que se los comen, lo que significa un peligro latente para la salud de lxs humanxs y de lxs demás animales.
La implementación de los antibióticos no existe para mejorar la calidad de vida de lxs animales no humanxs o porque a lxs criadores (explotadores) les interese su salud o la de lxs consumidorxs, sino para que no haya pérdidas de cabezas, que significan pérdidas económicas para la industria.
Para eliminar todos los peligros de bioseguridad de las granjas, incluyendo las pandemias zoonóticas como la actual (Covid-19) se deben eliminar por completo las prácticas de explotación de animales.
El uso de antibióticos no sería necesario de no haber millones de animales presxs en granjas con condiciones deplorables y de quienes se busca un desarrollo no natural. Empresas como Provimi y Cargill, multinacionales y monopolísticas, dañan a los animales humaxs y no humansx, esclavizando, dañando, sometiendo y asesinando. No seas parte de esto, mira con juicio crítico y lógica las prácticas de la industria ganadera. Hoy, más que nunca, necesitamos abolir la explotación animal.