Es la conciencia un factor de suma importancia para la realización, de manera adecuada, de cualquier actividad, en especial aquellas que se refieren al contacto y trato directo con seres vivos incluidos nosotros. A falta de la misma sólo actuamos según se nos ha enseñado a cumplir con ciertas misiones u objetivos, sin tomar en cuenta las emociones y la energía que en ello hay y el mensaje que finalmente se da. A diferencia de nosotrxs, lxs perrxs siempre están conscientes de sus actos, y por lo tanto de la energía que conlleva cada uno de estos, siendo ese el motivo por el que mantienen una estabilidad en sus objetivos y relaciones.
Juzgar es una actitud extremadamente común en el ser humano, en especial a aquellxs que son diferentes o que dependen de él, como es el caso de lxs perrxs, sin tomar en cuenta jamás la posibilidad de que en caso de no resultar las cosas como espera, sea tal vez porque quien está cometiendo el error es él.
Sin importar lo poco agradables que sean las circunstancias de nuestrxs amigxs perrxs, siempre se muestran de manera positiva y cooperativa (aunque esto varíe según cada caso). Si nos damos a la tarea de imitar su actitud, se garantizará un resultado positivo para ambxs: humanxs y perrxs.
Es habitual que antes de llegar a realizar cualquier actividad con ellxs, hayamos vivido circunstancias que afectan nuestro estado de ánimo, lo cual se reflejará en nuestros actos. Por ello, es de suma importancia que hagamos una pausa y tomemos conciencia sobre nuestro objetivo (método para lograrlo) hacia nosotrxs mismxs y hacia ellxs.
El poder realizar una loable misión como la de trabajar con seres tan sabios y nobles (como lxs perrxs) nos pone en una situación en la que únicamente la disponibilidad y la humildad nos permitirán ayudar y ser ayudados a la par. Así que la recomendación de cada día es darnos la oportunidad de relajarnos y hacer a un lado nuestra lógica e ideas negativas para darle espacio al instinto y fluir con la energía adecuada.
El buen resultado de nuestro trabajo, radicará en la conciencia de nuestros actos, que dependerán de nuestra actitud y aplicación adecuada de la energía propia.
Otra recomendación es conservar un óptimo estado de salud; alimentarnos adecuadamente, hidratarnos constantemente, tener ropa cómoda, y manejar el tiempo a placer y no permitir que éste sea el que nos domine a nosotros. El hecho de tomar en cuenta esto, será determinante para el adecuado manejo de nuestra energía.