Para muchas personas resulta difícil pensar que las tradiciones o costumbres culturales puedan ser violentas, sin embargo, buena parte de las prácticas que vulneran y discriminan individuxs y grupos, son realizadas bajo el “cobijo” y entendimiento de la tradición y sus rituales. Esto aplica, por supuesto, para la violencia sexista, racista y clasista, entre otras, pero también, para la violencia especista, es decir, la que se expresa en contra de otrxs animales no humanxs.

En nuestro país existen condiciones culturales, económicas y políticas de explotación animal y violencia especista, que se pronuncian con normalidad a través de costumbres y tradiciones diversas. Es porque éstas existen que es necesaria la compartición de herramientas de comunicación y pedagogía, como esta nota, que potencien la educación y acciones en favor de la liberación animal.
Algunas tradiciones especistas son la navidad, el día de acción de gracias, la pascua, entre otras. Se entienden como especistas debido a que, para concretar sus rituales y costumbres, utilizan y explotan animales, bajo el supuesto terrible de que una finalidad festiva es más importante que la vida, libertad y dignidad de otrxs seres.
Hoy hablaremos de algunas formas de reproducción de las violencias en las festividades señaladas, para ejemplificar el especismo por tradición.

Navidad

Ya sea por religión o por reproducción cultural de la norma, mucha gente festeja en diciembre con rituales de decoración, regalos y fiestas que potencian notablemente el consumismo que, en sí mismo, significa daño ambiental grave y por ende daño a muchxs animales. Pero no sólo el consumismo afecta la vida de animales, también lo hace, por supuesto, el asesinato de cientos de millones de aves, cerdxs, cabras, borregxs, peces, toros y vacas que son utilizadxs innecesariamente y contrariando a la ética como recursos alimentarios.

El 99% de lxs animales que mueren en el planeta son asesinadxs por humanxs que lxs convierten en productxs alimentarios, a pesar de que la humanidad puede vivir saludablemente sin comer animales. Muchxs de lxs animales asesinadxs mueren bajo el yugo de la tradición navideña. Lxs pavxs, lxs bacalaxs y otrxs animales sienten, tienen intereses propios y desean su libertad tanto como nosotrxs.

Es incongruente llevar a cabo celebraciones por la paz que tienen como centro cadáveres de animales en sus festejos.

No sólo lxs animales asesinadxs por lxs consumidores de la industria ganadera sufren los efectos de la violencia especista, también todxs los animales explotadxs para el entretenimiento como renxs, perrxs, caballxs y otrxs que son disfrazadxs y hasta forzadxs a cargar pesos o simular escenas de ficción con personajes como Santa Claus o elfos.

También, muchas aves y mamíferxs son asesinadxs para usar sus plumas o pieles en la indumentaria navideña o de ropa de cama y de abrigo. Sabemos, por supuesto, que el abrigo humanx no requiere explotación animal y que las fibras naturales y sintéticas son tanto más efectivas, éticas y ecológicas que la lana, las plumas y las pieles.
Ya sea por religión o por gusto cultural, la navidad y toda fiesta decembrina debe ser libre de opresión y afectaciones a tercerxs.

Acción de Gracias

Durante esta celebración norteamericana, no sólo se invisibiliza la violencia de naciones invasoras a pueblos originarios, sino que se normaliza la violencia hacia individuxs de otras especies, particularmente, lxs pavxs, quienes son forzadas a la reproducción sexual mediante la violación con meses de anticipación. Son forzadxs, también, a la esclavitud y a una dieta antinatural, para así comerciarlxs y asesinarles aun siendo infantes. De ninguna manera la explotación de otrxs animales es justificable y menos aún ante una tradición que violenta no sólo animales sino personas humanas de color y de bajos recursos.

Pascua

En la tradición también católica de la pascua existen diversas tradiciones especistas que dependiendo del lugar del mundo en el que nos encontremos se ven potenciadas o no. Por ejemplo, en el centro y en el sur del continente, principalmente, durante la pascua son asesinadxs millones de animales acuáticos, bajo el pretexto falaz de seguir las enseñanzas de la biblia que aseguran que tendrá un propósito de purificación y agradecimiento. Este supuesto, no sólo es arbitrario, sino que significa la práctica violenta sobre la vida de otrxs animales.

Por otro lado, en el norte del continente, esta violencia se intensifica ya que, aunada a la ya mencionada, también, a modo de festejo y diversión, sobre todo para lxs niñxs, se hace uso de los huevos de aves como un “objeto” de decoración que se esconde y luego se busca, lo que significa el robo de éstos a cada una de las aves además de su esclavitud para forzarlas a crear huevos y luego quitárselos. Cabe decir, que la separación de las aves de sus huevos puede implicar diversos traumas psicológicos y emocionales, además de que transmite la idea especista de que podemos “comprar” productos robados a otrxs animales y que sus vidas y sus cuerpos son objetos de consumo y cambio.

Sin excepción, ninguna tradición debe estar por encima de la ética, la compasión y la razónLas costumbres que someten a otrxs seres a estrés, esclavitud y explotación deben ser abolidas. ¿Cómo es posible enseñar paz y amor con fiestas que lo que representan es muerte y dolor de otrxs?

Esta temporada decembrina cuestiona tus tradiciones y comparte el mensaje de la paz antiespecista. No lo dudes más. Otorga dignidad a todxs lxs seres del planeta y vive en el veganismo.

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