Hacer activismo, por definición, significa estar activo, accionar en favor o en contra de algo que afecta a un grupo o individuos. Así que hacer activismo, básicamente, significa superar la indiferencia, para poner nuestras manos, mentes y/o emociones a la obra, y crear acciones concretas que posibiliten cambios estructurales.

¿Suena muy rebuscado? No lo es tanto. Nuestras acciones concretas pueden ser muy diversas, casi tantas como imaginación tengamos, por ejemplo: informar, investigar, denunciar, ayudar a quienes tienen vulnerabilidades, abrir espacios y habitar espacios de resistencia, ser testigos humanitarios de la vida y necesidades de otrxs, posibilitar entornos de justicia para todxs, protestar, educar desde el entorno formal, proponer, boicotear, entre otras.

¿Por qué es importante que exista el activismo? Bueno, porque literal y prácticamente, el activismo es lo que cambia el mundo. Lxs activistas son las personas que empujan a que las situaciones de injusticia se detengan, al hacer que la población general empatice contra una situación opresiva para denunciar y detener a lxs actores que oprimen a otrxs. Y lxs activistas son, también, lxs que se encargan de proponer soluciones, alternativas y reestructuraciones para posibilitar el cese de las violencias.

Históricamente, la mayoría de lxs activistas han sido siempre aquellos sectores oprimidos que buscan la liberación para sí y para sus semejantes, como en el caso de lxs campesinxs, lxs trabajadorxs, las poblaciones indígenas o las mujeres, por ejemplo. Pero, en el caso de lxs animales no humanxs, no son ellxs los que están representándose frente a los tribunales o los centros de explotación capitalista para exigir su liberación y el respeto a sus vidas, por lo que, el movimiento por la liberación animal, es el primer movimiento social de la historia en el que lxs activistas no son lxs oprimidxs, sino individuos y grupos empáticos al sufrimiento ajeno.

Esto representa, por un lado, un salto ético y de consciencia que la humanidad está viviendo, al ser más y más evidente la reestructuración social, presente en tantos humanxs que rechazan la violencia, incluso si ésta no es experimentada en carne propia, lo cual, es un momento esperanzador como humanidad. Recordemos que, además, cada generación que avanza tiene más personas con una postura política vegana, es decir, personas en contra de la explotación animal, que activamente rechazan participar en ésta en el día a día. Esto quiere decir que, si bien hay muchas personas mayores en contra de la explotación animal, todavía hay más jóvenes que lo están y ellxs, al ser mayores, experimentarán, a su vez, por comparación, que hay más jóvenes siendo veganxs ahora que los veganxs presentes en su generación. Por lo que, con cada año, el sector que mantiene las prácticas de explotación especista disminuirá más y más.

Por el otro lado, cabe decir, no es que los animales no humanxs no estén luchando por su liberación, ellxs están claramente peleando con sus cuerpos y gritos. Esta es la parte de la historia que no nos cuentan, pero cada camión al matadero, cada corral en los rastros, cada batería en las granjas, cada terrario en los zoológicos, cada jaula en los hogares y cada ruedo tienen en común las voces no humanas y la lucha por la libertad. Lxs animales sí tienen voz, lxs animales están luchando por sus vidas y las de sus semejantes, no hay que ir muy lejos para escuchar sus voces o para entender el lenguaje de sus cuerpos sufrientes. El activismo por la liberación animal tiene muchas necesidades, pero una grande es el reconocimiento de las voces y cuerpos en lucha de cada animal no humanx porque, si no, caemos en el mismo especismo que no reconoce sus cuerpos y voces animales como existentes y válidas.

La importancia del activismo por la liberación animal es la búsqueda de la justicia y de un mundo sin opresión ni explotación y se traduce en los cambios grandes que hemos obtenido en favor de la vida de muchxs animales y en más cambios que esperamos obtener para ellxs próximamente, pero también, su importancia está en la evidente necesidad de accionar por la justicia ante las grandes crisis éticas, climáticas, medio ambientales, alimentarias y de salud que hay en el mundo, todas las cuales son efecto del especismo.

Afortunadamente, lxs animales no humanxs tienen aliadxs. Te tienen a ti. Y afortunadamente, lxs activistas por la liberación animal tenemos una red de aprendizaje amplia que está constantemente en desarrollo. Somos el movimiento social más esparcido por todo el planeta. No hay un solo rincón del planeta sin activistas por los derechos animales y, afortunadamente, estamos viviendo un momento de crisis y cambio que está obligando más y más a las autoridades y a la población general a comprender la injusticia y la inviabilidad de la explotación, al ser esta explotación la misma causa por la cual tantas especies en diferentes latitudes peligran y, por ello, peligra la biodiversidad y la permanencia de muchas otras especies en el planeta, incluida la nuestra.

El activismo por la liberación animal existe para que se termine la explotación y opresión hacia todas las especies animales, existe también por la búsqueda de dignidad y la disminución al mínimo de la interacción de nuestra especie con otras. Y esa búsqueda y esta lucha debe ser consistente y estratégica. Pues ésta es la lucha más grande que haya visto antes la humanidad, esta es la lucha que significará el término del terror y asesinato de millones de individuos, y su obtención significará, por vez primera en la humanidad, la obtención de la cualidad humanitaria, que tan desvirtuada está ahora.

¡Únete contra la explotación animal!

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